La analogía de los puercoespines es una metáfora utilizada por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer para ilustrar la naturaleza contradictoria de la vida en sociedad.
Según Schopenhauer, los seres humanos son como puercoespines que buscan el calor y la protección mutua, pero que también se hieren unos a otros con sus espinas. Esta metáfora nos invita a reflexionar sobre los desafíos y contradicciones de vivir en sociedad, así como sobre la búsqueda de un equilibrio entre la necesidad de intimidad y el deseo de mantener una distancia segura.
Schopenhauer utiliza esta analogía para explicar su filosofía del pesimismo, que sostiene que la vida está marcada por el sufrimiento y la insatisfacción constante. Según Schopenhauer, los seres humanos son seres egoístas que buscan su propia felicidad y satisfacción, pero también tienen la necesidad de relacionarse con los demás. Sin embargo, esta búsqueda de relaciones sociales se ve obstaculizada por la naturaleza egoísta y agresiva de los seres humanos, lo que lleva a conflictos y sufrimiento.