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El impacto de la comunicación constante en la autonomía psíquica del ser humano

Muchas veces me he preguntado por qué la hipercomunicación generaba una comunicación con contenido tan pobre: es decir un contenido que no te enseña casi nada, que es desechable y que no trasciende. Otras veces, he observado en el consultorio cuánto mal hace la hipercomunicación a las parejas. Y finalmente, al observarme a mi misma, he llegado a contar el tiempo de lectura que me restaba el uso del whatsapp y otras redes sociales de comunicación.


Tenía la certeza que esta forma de comunicación que parecía en un principio absolutamente genial- en especial para una exiliada como yo que se ha tenido que adaptar a una cultura, una lengua y mentalidades completamente distintas, porque permitía mantener el contacto con las amistades y la familia que se quedaron muy lejos- había llegado a generar un retroceso y una regresión, de algún tipo, aunque no percibía del todo de qué tipo.


Con los años, entendí y ahora estoy completamente convencida que la comunicación constante empobrece la psique, es decir el alma (psique en griego significa alma).




En la era digital actual, el uso de redes sociales y la comunicación constante a través de aplicaciones como WhatsApp se ha vuelto omnipresente en la vida cotidiana. Este fenómeno plantea importantes preguntas sobre los efectos que estas tecnologías tienen en el nivel de autonomía psíquica que los individuos han alcanzado en su proceso de desarrollo desde la infancia.


En el mundo moderno, la tecnología y las redes sociales han transformado radicalmente la manera en que nos comunicamos y nos relacionamos con los demás. A medida que estas plataformas se integran más profundamente en nuestra vida diaria, es crucial entender cómo afectan nuestra capacidad para ser autónomos en nuestras decisiones y en nuestra identidad. La autonomía psíquica, o la capacidad de una persona para pensar, sentir y actuar de manera independiente, es un aspecto fundamental del desarrollo humano que puede verse significativamente influenciado por el uso intensivo de las redes sociales y la comunicación digital constante.


La autonomía psíquica se refiere a la capacidad de un individuo para operar de manera independiente, guiado por sus propias decisiones, valores y juicio. Este concepto es central en diversas teorías del desarrollo humano. Erik Erikson, por ejemplo, en su teoría del desarrollo psicosocial, destaca la importancia de la autonomía en las etapas tempranas de la vida, particularmente durante la niñez y la adolescencia. Según Erikson, la capacidad de desarrollar una identidad fuerte y autónoma es crucial para una transición exitosa a la adultez .


Otros autores, como Donald Winnicott, han abordado la autonomía desde la perspectiva del psicoanálisis. Winnicott introdujo el concepto de la "capacidad de estar solo" como una manifestación de la autonomía psíquica. Según Winnicott, la capacidad de estar solo es un indicador de una salud emocional robusta y de la habilidad para soportar la soledad sin sentir angustia, una capacidad que se desarrolla en la infancia temprana a través de una relación segura y confiable con los cuidadores .


Las redes sociales, como Facebook, Instagram y Twitter, y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Según estadísticas recientes, un gran porcentaje de la población mundial usa redes sociales a diario, con una frecuencia y duración significativas . Estas plataformas permiten una comunicación constante y ofrecen una ventana a la vida de los demás, lo que puede influir profundamente en cómo percibimos nuestras propias vidas y en cómo nos relacionamos con los demás.


La penetración de las redes sociales varía según los grupos demográficos, pero es particularmente alta entre los jóvenes. Según estudios, los adolescentes y jóvenes adultos pasan varias horas al día en estas plataformas, lo que les ofrece una herramienta poderosa para la conexión social, pero también plantea riesgos para su desarrollo emocional y psicológico .


La influencia de las redes sociales en la autonomía psíquica puede ser significativa. Por un lado, estas plataformas permiten a los individuos expresar su identidad y conectarse con otros que comparten sus intereses. Sin embargo, también pueden fomentar una dependencia en la validación externa y la comparación social, lo que puede socavar la confianza en uno mismo y la capacidad para tomar decisiones independientes.


Estudios han demostrado que el uso intensivo de redes sociales puede estar asociado con niveles más altos de ansiedad y depresión . La necesidad constante de aprobación y la exposición a las vidas aparentemente perfectas de otros pueden llevar a sentimientos de insuficiencia y baja autoestima. Además, el ciberacoso y la presión social en línea pueden tener efectos devastadores en la salud mental y en la capacidad de los individuos para mantener una autonomía psíquica saludable.


Un ejemplo de la vida cotidiana que ilustra estos efectos es el fenómeno del "like" en plataformas como Instagram. La búsqueda de "likes" puede convertirse en una fuente de estrés y ansiedad, especialmente entre los jóvenes. La validación instantánea que ofrecen estas plataformas puede llevar a una dependencia emocional en las respuestas de los demás, debilitando así la capacidad de los individuos para confiar en su propio juicio y valorarse a sí mismos sin la necesidad de aprobación externa .


El impacto de la exposición temprana a las redes sociales y la comunicación digital en el desarrollo de los niños es un área de creciente preocupación. Durante la infancia y la adolescencia, el cerebro está en una etapa crítica de desarrollo, y las experiencias durante este tiempo pueden tener efectos duraderos en la cognición y el comportamiento.


Investigaciones sugieren que la comunicación constante a través de plataformas digitales puede afectar negativamente la capacidad de los niños para desarrollar habilidades de comunicación interpersonal y autonomía. La falta de interacciones cara a cara puede limitar la oportunidad de practicar y perfeccionar habilidades sociales esenciales, como la empatía y la resolución de conflictos .


Además, la sobreexposición a la información y el estímulo constante pueden llevar a dificultades en la concentración y el desarrollo de la capacidad para estar solos, una habilidad que Winnicott consideraba crucial para la salud emocional. Los niños que crecen con un acceso ilimitado a dispositivos digitales pueden tener menos oportunidades para aprender a estar cómodos con la soledad y desarrollar una autonomía psíquica robusta.


Un ejemplo claro de esto es el uso de tablets y smartphones en niños pequeños. Muchos padres utilizan estos dispositivos como una forma de entretener a sus hijos, lo que puede resultar en una reducción de las interacciones cara a cara y un menor desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Este tipo de uso puede interferir con el desarrollo de la capacidad para estar solo y manejar la soledad de manera efectiva en el futuro .


Donald Winnicott, un influyente psicoanalista, ofreció una perspectiva única sobre la autonomía psíquica a través de su concepto de la "capacidad de estar solo". Según Winnicott, esta capacidad no implica simplemente estar físicamente solo, sino sentirse emocionalmente seguro y completo en la soledad. Esta habilidad se desarrolla en la infancia temprana en el contexto de una relación segura con los cuidadores .


Winnicott argumentaba que para que un niño pueda estar solo sin angustia, debe haber tenido experiencias de estar solo en presencia de una figura de apego confiable. Esta figura proporciona un entorno seguro donde el niño puede explorar sus propios pensamientos y sentimientos sin temor. Con el tiempo, esta experiencia fortalece la capacidad del niño para manejar la soledad y confiar en su propio juicio.


En el contexto de la era digital, el concepto de Winnicott sobre la capacidad de estar solo cobra una relevancia especial. La comunicación constante a través de las redes sociales puede impedir que los individuos desarrollen esta capacidad, ya que se vuelven dependientes de la validación externa y del contacto continuo con los demás para sentirse completos. La falta de esta habilidad puede llevar a una mayor vulnerabilidad a la ansiedad y la depresión, ya que los individuos no aprenden a confiar en sus propios recursos internos para manejar el estrés y la soledad .


Un ejemplo en la vida cotidiana de la relevancia de este concepto es la observación de cómo los adultos jóvenes manejan su tiempo libre. Muchos encuentran difícil desconectarse de sus dispositivos y pasan gran parte de su tiempo libre navegando en las redes sociales en lugar de participar en actividades solitarias que podrían fomentar la introspección y el autoconocimiento, como la lectura o la meditación. Esta constante búsqueda de conexión puede ser una barrera para desarrollar una autonomía psíquica saludable .


El uso de redes sociales y la comunicación constante a través de aplicaciones como WhatsApp tienen un impacto profundo en la autonomía psíquica de las personas. Mientras que estas plataformas ofrecen oportunidades para la conexión y la expresión personal, también pueden fomentar una dependencia en la validación externa y socavar la capacidad de los individuos para tomar decisiones independientes y confiar en sí mismos.


El concepto de la "capacidad de estar solo" de Donald Winnicott ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo la autonomía psíquica se ve afectada en la era digital. Desarrollar esta capacidad es crucial para una salud emocional robusta y para la habilidad de manejar la soledad sin angustia. Fomentar un equilibrio saludable en el uso de las redes sociales y promover interacciones cara a cara pueden ayudar a fortalecer la autonomía psíquica y la capacidad de estar solos de manera saludable.


Para promover una mayor autonomía psíquica en el entorno digital, es importante educar a las personas sobre los riesgos y beneficios del uso de redes sociales y fomentar prácticas conscientes y responsables. Además, es esencial proporcionar a los niños y adolescentes oportunidades para desarrollar habilidades de comunicación interpersonal y aprender a estar cómodos con la soledad.


En última instancia, lograr un equilibrio saludable en el uso de la tecnología y las redes sociales puede ayudar a las personas a vivir vidas más autónomas y emocionalmente equilibradas, permitiéndoles tomar decisiones informadas y confiar en sus propios recursos internos para enfrentar los desafíos de la vida.


Bibliografía


1. Erikson, E. H. (1950). Childhood and Society. New York: Norton.

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3. Ludwig, Petr; Schicker, Adela. (2018). The End of Procrastination: How to Stop Postponing and Live a Fulfilled Life. St. Martin's Publishing Group.

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